Equipo de Las Chaquetas Azules - Abril 1 de 2014
|
A partir de mi experiencia
como persona y como sociólogo he aprendido que el tiempo es algo muy relativo,
dependiendo del interés o la intencionalidad de la acción. Recuerdo como si
fuera hoy que hace un año llegamos a un espacio que se nos abrió en la Casa de
Desarrollo Infantil para los Niñ@s del Voto Nacional La Libelulosa. Y ese
tiempo a mi parecer, en verdad es corto, porque construir peldaño a peldaño una
base sólida, requiere precisamente de eso, de tiempo, si miramos todo lo que
nos falta por construir alrededor de esta gran causa; pero el tiempo también es
demasiado largo, si como lo pretendemos, no logramos impactar de manera
positiva en los proyectos de vida de estas personitas tan especiales que son
nuestros niñ@s de La Libelulosa.
La cultura no
es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados "ignorantes" son
hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y
por ello son sometidos a vivir en una "cultura del silencio". Paulo Freire.
La llegada al territorio de
las chaquetas azules, estaba mediada por una gran expectativa de intervenir en
un sector estigmatizado en el imaginario social de la ciudad, “El Bronx”. Lo
lógico en mi caso, es que hubiera asumido una actitud de prevención, pero pensé
que era mejor acudir a algo que el sociólogo Max Weber definió como neutralidad
valorativa, que se configura cuando el científico social no sólo asume una
posición de libertad e independencia frente a la elaboración de conceptos
teóricos, sino también a la actitud práctica del sabio en la vida cotidiana.
Definitivamente, si quería
leer esa realidad como era mi propósito cuando acepte venir aquí, no debía
hacer juicios de valor y además, estar desprovisto de sesgos mentales y
prejuicios que contaminaran la lectura que quería hacer de esa realidad del
territorio.
Y considero después de un
año que no me equivoque, porque he experimentado la convivencia con personas maravillosas como la gran
familia de La Libelulosa, que realmente por circunstancias de la vida en muchos
casos, no han podido desarrollar todo ese potencial humano que llevan dentro,
pero que en los momentos en que han tenido oportunidad de expresar
sentimientos, intereses y expectativas se han desbordado, haciendo gala de mucha
virtud para generar cosas positivas para sus vidas y su contexto social.
En ese orden de ideas, es
muy gratificante ver como a través de espacios
como el de La Libelulosa se han venido gestando procesos integrales para
reivindicar los derechos y potenciar la calidad de vida de los habitantes del
territorio Bronx, el trabajo que se realiza allí es bastante plausible, ya que
permite Resignificar imaginarios y la construcción colectiva de conocimiento a
través de los saberes, la cultura popular,
la educación popular y las historias de vida de todas las personas que
allí interactuamos en lo cotidiano, y lo
más importante repensar el desarrollo de l@s niñ@s que de alguna manera, sientan
las bases para forjar un proyecto de vida más prometedor para ellos y sus familias.
Para los expertos en salud
mental y según algunos estudios, al tiempo que el niño crece, la estructura
cerebral va cambiando en función de la cantidad y calidad de estimulación; el
potencial del cerebro puede de hecho incrementarse en tanto su estructura se va
volviendo más compleja. Pero si hay poca, inadecuada o no existen oportunidades
Y estímulos apropiados para aprender, el
potencial irá decreciendo y el cerebro puede acabar deteriorándose, en relación
a sus potencialidades. Esto lo traigo a colación para remarcar la importancia
del trabajo que se viene realizando en
la Libelulosa, “Desarrollo Integral”.
Y
en este sentido el equipo de trabajo de
las chaquetas azules, ha contribuido con un pequeño aporte que complementa todo
ese gran despliegue que se hace desde La Libelulosa, y que concordante con lo que se pretende desde
allí, está orientado a aportar al desarrollo humano integral y a la
calidad de vida de l@s niñ@s y sus familias. Mediante el reconocimiento como
sujetos de derechos.
Sobra decir que la
experiencia ha sido muy gratificante y que como equipo nos sentimos
privilegiados de tener la oportunidad de interactuar con personas tan
maravillosas, directivas, docentes, auxiliares, padres de familia, cuidadores y
especialmente con l@s niñ@s que son la motivación permanente para vislumbrar un
futuro más prometedor para cada uno de ellos y sus familias, y para hacer del “Bronx un territorio digno y
saludable”. En este sentido quiero reiterar la invitación a todas las personas
que de una u otra manera nos sentimos comprometidos con la causa de un mejor
futuro para nuestros niños de la Libelulosa, que fortalezcamos ese accionar
para garantizar el logro de nuestro objetivo, que está orientado a garantizar que en el mediano plazo estos
niños como ciudadanos, puedan expresarse de manera libre y espontánea, y no
queden condenados a vivir en el anonimato de “la cultura del silencio”. Artículo Realizado en Abril de 2014.
Silverio Prieto Pinzón
Sociólogo “Bronx, territorio digno y saludable”
Equipo de las Chaquetas Azules